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Desde pequeño, Ricardo Marín Tálero se sentaba ante el diccionario. Copiaba en su libreta una palabra elegida al azar y transcribía su definición. Ante el desconocimiento de cualquier nuevo término incluido en la definición, buscaba de nuevo y volvía a reproducir el axioma. Así, pasaba largas horas disfrutando, olvidándose del tiempo. Percibía la necesidad del soporte papel, para recomenzar una y otra vez, insaciablemente. Lo que queda por escrito, permanece. El que escribe, aprende dos veces.
Cuando un hermano actúa insensatamente, te está ofreciendo una oportunidad para que lo bendigas. Su necesidad es la tuya. Tú necesitas la bendición que puedes darle. No hay manera de que tú puedas disponer de ella, excepto dándola. Ésa es la ley de Dios, la cual no hace excepciones. Careces de aquello que niegas, no porque haya carencia de ello, sino porque se lo has negado a otro, y, por lo tanto, no eres consciente de ello en ti. Lo que crees ser determina tus reacciones, y lo que deseas ser es lo que crees que eres. Lo que deseas ser, entonces, determina forzosamente todas tus reacciones.
No necesitas la bendición de Dios porque de ella ya dispones para siempre, pero sí necesitas la tuya propia. La imagen que el ego tiene de ti es la de un ser desposeído, vulnerable e incapaz de amar. No puedes amar semejante imagen. Sin embargo, puedes escaparte muy fácilmente de ella, abandonándola. Tú no formas parte de esa imagen, ni ella es lo que tú eres. No veas esa imagen en nadie, o la habrás aceptado como lo que eres tú. Todas las ilusiones acerca de la Filiación se desvanecen al unísono, tal como fueron forjadas: al unísono. No le enseñes a nadie que él es lo que tú no querrías ser. Tu hermano es el espejo en el que ves reflejada la imagen que tienes de ti mismo, mientras perdure la percepción. Y la percepción perdurará hasta que la Filiación reconozca que es íntegra. Tú inventaste la percepción; y ésta perdurará mientras la sigas deseando.
Álvaro Anaya
Ana Castillo
Una vez aceptas tus límites puedes superarlos...
No te limites, ese es el inicio de algo muy grande!!!
Cuántas veces te planteas si estás tomando la decisión correcta o no... qué es lo peor que puede pasar si no sale como tú esperabas?
La peor decisión que puedes tomar será no decidirte...
La felicidad se enuentra a lo largo del camino, no al final.